En general los autores esperan que este trabajo esté a cargo de la editorial o de alguna figura externa que mágicamente venga a vender todos los libros que tengo guardados en una cajita.
Te tengo una buena noticia (o una mala, depende con el cristal que se mire) y es que llegó el momento de aprender un montón de nuevas cosas que hasta ahora jamás habías abordado y que, es increíble, pero nunca pensaste que fueras a necesitar aprender.
Una de las principales limitaciones mentales de los artistas en general es pensar que “no saben vender”, que ellos se dedican a la producción artística pero son “malísimos vendiendo”.
Esta es la excusa más ridícula que he escuchado en mi vida, ¿por qué? Porque todo el mundo ¡TODO! vive vendiendo, aunque no te des cuenta.
- Cuando nos presentamos a un trabajo y queremos que nos tomen para el puesto, nos estamos vendiendo.
- Cuando estamos en una cita con una persona que nos interesa como pareja, nos estamos vendiendo.
- En nuestras profesiones, nos vendemos como los mejores en lo que hacemos.
- Incluso una mamá o papá que hace las mejores decoraciones para el cumpleaños de su hijo/a, se está vendiendo.
Es importante que dejes de decirte que “no sabés vender” porque esto tu mente realmente lo termina creyendo. ¿Y si tomaras el desafío de aprender a monetizar tus producciones artísticas? ¿Y si te hicieras cargo de que esa es una pata fundamental para que tu obra sea conocida? Al fin y al cabo, los artistas buscan dar a conocer su obra, ¿por qué darías a otro esa posibilidad tan preciada para vos?
La realidad es que no hay nadie mejor que vos que viviste el proceso de construcción de tu libro, que te apropiaste del contenido, que escribiste con pasión esa novela, esos cuentos, ese libro académico, para promover tu contenido.
Ahora me preguntarás ¿por dónde empiezo? Es una pregunta muy real y muy buena, por cierto, formará parte de un desafío de aprendizaje que tendrá, por supuesto, su curva de aprendizaje pero que, sin duda, teniendo una meta clara podrás alcanzar.
Ana Laura Gallardo